martes, 15 de septiembre de 2009

Xvarnah

"¡Bien amado!
No puedes tratarme con equidad,
Pues si te aproximas a mí,
Es porque yo me he aproximado a ti"
Ibn 'Arabî


Aquel que vive en mí se mueve con la luz entre las hojas de los árboles; dibuja la imagen del sol en la tierra para que pueda contemplarla sin cegarme.

Aquel que vive en mí camina a mi lado y yo camino a su encuentro; y no hay vereda solitaria ni soledad bajo la luna.

Aquel que vive en mí cruzó la montaña en dirección al mundo; descendió al páramo, contempló la torre abandonada, y supo ver el pilar de un puente desaparecido.
Venció a quienes guardan las murallas aunque las flechas rasgaran su túnica; mientras, vi su rostro en cada cosa como en un espejo milagroso.
Caminó sobre el mar a lomos de la serpiente para cruzar las aguas; yo sentí desbordar mi alma y quemarse el mundo en los hornos del xvarnah.

¿Es este fuego el mismo que un día lo forjó? Pues todavía no está extinguido.
En ese lugar todo es tan nuevo que aún permanece incandescente.
Eternamente nuevo.
Eternamente.
 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.